Ni aquí, ni allá

2008/12/05

 

Cuando escucho a los mexicanos quejarse del lugar donde viven, me pregunto si hay algo que realmente nos hace falta o estar bien en otra parte es una cuestión de actitud.

 

Los que viven en Finlandia se quejan del mal servicio que hay en restaurantes, de los doctores que no atienden como “se debe”, del frio, del clima, de la oscuridad, de los finlandeses poco expresivos, de las diferencias culturales con los esposos o esposas, de las familias (que no son familias como en México, porque en Finlandia cada quien vive su propia vida). Estos mexicanos tienen el sueño “guajiro” de regresan un día a su tierra y vivir como siempre habían vivido, y disfrutar de la familia, los amigos, la comida. Evitar limpiar o planchar porque en México se puede tener servidumbre a diferencia de Finlandia, donde los precios son tan altos y cada quien lo tiene que hacer, de lo contrario “sale un ojo de la cara”.

 

Los mexicanos que viven en México se quejan de los políticos, de la corrupción, de la obligada propina  a los parqueros o franeleros, a los meseros o limosneros, etc. Se quejan  de la inseguridad, de los secuestros, de los robos, de los agentes de tránsito (a quienes hay que darles “mordida” para evadir el pago de la multa). Odian a la familia de su pareja, a la suegra “metiche”, a  sus colegas y hasta la vecina chismosa. Son muchos los que darían cualquier cosa por salir del país, por tener mejor calidad de vida. Se emocionan y admiran a los que viven fuera por tener acceso a Finlandia, el país donde el nivel educativo es de los más altos, de los más seguros y donde la honestidad es uno de los principios más importantes.

 

México tiene cultura, historia y una gran variedad de recursos naturales, piramides, centros ceremoniales, ciudades coloniales y lugares turísticos excepcionales que no se encuentran en ninguna otra parte. Por su parte  Finlandia tiene sus propios recursos naturales y estilos de vida. México tiene lo que Finlandia no tiene y visceversa. Claro está que no podemos tener un país perfecto, porque aunque existiera, lo más seguro es que le encontrariamos un problema, porque el problema no es el lugar, sino nosotros, nuestra actitud que no nos permite vivir con mejor calidad de vida, estemos donde estemos.

 

Los dejo con un video que recibí por e-mail,  una opinión sobre como es el mexicano.

 

Con el cuerpo en una tierra y el corazón en la otra

 

Rocío Adelita de las Pistolas